26/5/09

Hace 20 años

Il y a vingt ans que nous avions vingt ans.
Así es; hace 20 años que teníamos 20 años. Mi generación, la del 68, (Los nacidos en, me refiero) vivimos nuestra adolescencia y llegamos a la madurez en los ochenta. Eran los años de la “movida”, años que con el crisol de los años me resultan a la vez tan ñoños como excitantes. Éramos algo así como almas cándidas haciendo la revolución. Abrimos nuevos canales para mostrar nuestras creaciones, y, aunque estas no tuvieran entonces demasiada calidad artística eran frescas e inmediatas; los fancines solo precisaban de unas fotocopias como soporte para nuestras ilustraciones, fotos, relatos,… Los bares hicieron de Salas de exposiciones para los que estábamos empezando a pintar, e igualmente fueron escenario de los nuevos grupos, que a su vez no precisaban de las Compañías Discográficas, aunque surgieron sellos independientes, grabar una maqueta se hacía con unas cintas de cassete, ...
Bueno, pues de mis obras de esta época he rescatado para el Blog una pequeña selección:
Los Bares:
Como anteriormente señalaba, los bares eran un punto de encuentro para los nuevos creadores y vehículo de expansión de sus obras; Era en los bares donde se podían adquirir fancines (no en las librerías) o maquetas (rara vez llegaban a las tiendas de discos), escuchar a los nuevos grupos (que no llegaban a las emisoras de radio),…
“…salías a la calle y encontrabas a la gente, a tus amigos, principalmente en la zona de la Uni, la Calleja, El Cafetín, El Farolito, La luna, en cuanto a discotecas nocturnas Landó, América e Hipo, todos ellos lugares donde se escuchaba buena música, música del momento”(Paco Alvarado, músico de los Analgésicos). A finales de los ochenta inicié una serie dedicada a los bares de Valladolid. Os muestro algunos:
El Landó
El Landó, local nocturno donde pinchaban Viudo,
por aquel entonces al frente del local, y Cesar Picota, ambos dos de los dj's históricos de Valladolid. Conciertos, presentaciones de fancines, sesiones de la mejor música del momento.
En 1989, pinté “En el Landó Club”,Para la realización de este óleo, adopté la composición de Lautrec en su Moulin de la Galette pintada 100 años antes (1889).


El Cafetín
Uno de los locales más representativos y llenos de historia de nuestra ciudad. Por aquel entonces lo regentaban Jos y Joaquín. La música que entonces sonaba era Jazz a prmera hora, Machín en la madrugada. En este lugar coincidíamos con escritores y artistas de la generación anterior. Algunos ya consagrados como Cuadrado Lomas, Domingo Criado, Jorge Vidal,... otros que seguirían su eterno deambular.
Con este óleo "El Largo Adiós" gané mi primer premio de pintura. Era el Concurso de Pintura de la Universidad de Valladolid. Se expuso en la Biblioteca Reina Sofía. Una reprodución del cuadro colgó en El Pala, bar de la calle San Blas, regentado por Amada y Javier. Javier hizo además muchísimo por los artistas que estábamos entonces empezando. Nos subastaba y vendía los cuadros a sus clientes.
La Tramoya
La Tramoya, en la calle Lirerías, sigue siendo, como cuando entonces lo montó Chus un bar de estudiantes. Yo entonces estudiaba Derecho. A La Tramoya acudía al terminar las clases para intercambiar apuntes o leer la prensa.
En 1993 expuse "La Tramoya", Oleo sobre lienzo.116 X 89 cm. en la sala de Exposiciones de Caja España, en la Plaza Madrid.
El Encuento
El Encuentro, aún no siendo un bar real, lo pinté en aquella época. esto es lo que escribí acerca del cuadro: Cuando en una exposición se me acercó un individuo a felicitarme por mis pinturas. interesado yo más por la crítica que por los halagos, le pregunté qué era lo que le gustaba de mis cuadros. "En tus pinturas, puedo saber lo que has pintado" me respondió, añadiendo "no como esos cuadros abstractos a los que si se les das la vuelta nadie se da cuenta" . Estas necias palabras me motivaron para irónicamente responderle :-"Claro, soy un gran artista; ya desde niño mi mamá siempre adivinaba que lo que yo había pintado era un sol y una casita. Pero hoy, además me siento inspirado para pintar en mi estilo UN CUADRO QUE SI LE DAS LA VUELTA NADIE SE DARÁ CUENTA."Esa misma noche comenzé a trazar los primeros bocetos y al día siguiente compré un gran lienzo, lo fijé sobre mi caballete y sobre el mismo pinté una escena donde dos personajes se encontraban en el hall de lo que podía ser un gran hotel. Cuando decidí que había terminado mi obra, quité el lienzo del caballete, lo giré 180 grados y lo firmé en la esquina inferior derecha de lo que era mi pintura dada la vuelta. Así estubo expuesto en la sala de Exposiciones de Caja España en la Plaza Madrid y posteriormente en el bar " La Deriva" durante un mes el cuadro que ahora os muestro(¿Del derecho o del revés?).

1 comentario:

  1. Suena a Sabina, y me recuerda las exposiciones y encuentros en el "Elígeme" de Malasaña. Y una gloriosa en "la Sierpe", pero yo soy del 66.

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